Palacio Legislativo
Luego de casi un siglo de sesiones en el histórico Cabildo, en 1925 el Poder Legislativo uruguayo se instaló definitivamente en su Palacio. Las discusiones en torno a su construcción comenzaron hacia el último cuarto del siglo XIX, en un contexto de creciente urbanización y modificación de la imagen de la ciudad. Parte fundamental de ese proceso fue el debate para definir la elevación de dos grandes edificios públicos: el Palacio de Gobierno y el Legislativo. Para ello resultó decisiva la Ley de liquidación del Banco Nacional del 10 de febrero de 1896, que establecía la construcción del Palacio Legislativo en la Avenida Agraciada, frente a la Iglesia de la Aguada, entre las calles Venezuela y Nicaragua.
En 1902 se ordenó el llamado a concurso público internacional de “Un proyecto de Palacio Legislativo para la ciudad de Montevideo”. Ese mismo año se creó la Comisión del Palacio -integrada entre otros por el entonces senador José Batlle y Ordóñez y el ingeniero José Serrato- que se encargó de promulgar las bases del concurso. Tras evaluar los veintisiete proyectos presentados el tribunal asesor acordó sugerir a la comisión declarar desierto el primer premio; otorgar el segundo al arquitecto español Manuel Mendoza y Sáez de Argandoña (lema “Hispania”, N°11) y el tercero -el seleccionado por la comisión-, al arquitecto italiano Víctor Meano (lema “Agraciada”, N°17).
En su propuesta, Meano expresaba que si bien el presupuesto destinado al edificio era limitado se debía pensar en un conjunto severo y majestuoso pero sencillo, por lo que había optado por el “estilo griego”, aunque procurando su adaptación “a las exigencias de la construcción moderna y arreglada a las costumbres de la vida Sudamericana”. (Bausero, p.30). Asimismo expresó que, tanto para el proyecto del Palacio Legislativo como para el del Congreso Nacional de Buenos Aires (también de su autoría) se había inspirado en el Parlamento de Viena, obra del arquitecto T. Hansen.
En mayo de 1905 tras evaluar nuevamente la ubicación del predio destinado originalmente por la ley de 1896, la Comisión del Palacio elevó a la Asamblea General un informe donde proponía como punto más conveniente el espacio ubicado entre las calles Sierra, Guatemala, Agraciada y General Flores. Los planos fueron una y otra vez reformulados hasta que finalmente se decidió que el Palacio tendría su eje principal coincidiendo con el de la Avenida Agraciada Sur y su fachada orientada al Sur, de frente a dicha avenida. Ante la sorpresiva muerte del arquitecto Meano la comisión estudió distintas propuestas con el fin de adaptar sus planos al nuevo emplazamiento, trabajo que fue asignado a los arquitectos Jacobo Vázquez Varela y Antonio Banchini.
El 18 de julio de 1906 se colocó la piedra fundamental en una ceremonia cuyo principal protagonista fue el presidente José Batlle y Ordóñez, quien había impulsado desde sus primeros momentos la construcción del palacio. Dos años después se iniciaron las obras.
En 1911 Batlle y Ordóñez, durante su segunda presidencia, propuso la contratación de un arquitecto extranjero de renombre que se encargara de proveer de majestuosidad al edificio que se estaba erigiendo. Con ese fin en 1913 la Comisión del Palacio contrató los servicios del arquitecto italiano Cayetano Moretti, quien se encontraba dirigiendo las obras del monumento a la Independencia Argentina. Junto con su colaborador, el arquitecto Eugenio Baroffio, Moretti introdujo significativas modificaciones al proyecto original, como la bóveda y el crucero del salón de los Pasos Perdidos, además de la inclusión de mármoles nacionales en el revestimiento del edificio. Con los aportes de Moretti culminaba la obra.
El 25 de agosto de 1925, cuando todavía estaba en discusión la fecha de la Independencia del Uruguay, se cumplió la inauguración del Palacio Legislativo, uno de los monumentos más representativos del concepto de nación que por ese entonces se afirmaba en el imaginario colectivo del país.
Bibliografía y fuentes: ALTEZOR, C, BARACCHINI, H, Historia urbanística y edilicia de la ciudad de Montevideo, Biblioteca José Artigas, Montevideo, 1971; ANTOLA, Susana, PONTE, Cecilia, “La nación en bronce, mármol y hormigón armado”, en CAETANO, Gerardo, coordinador, Los uruguayos del Centenario. Nación, ciudadanía, religión y educación (1910-1930), Taurus, Montevideo, 2000; Elbio Arbelbide, "Su estilo arquitectónico", Revista del Empole, nº. 2, octubre de 1994; BAUSERO, Luis, Historia del Palacio Legislativo de Montevideo, Apartado del Tomo V de Anales Históricos de Montevideo, Montevideo, 1968; Daniel Martínez Soto, "Los 80 años del Palacio Legislativo, una maravilla edilicia con absoluta vigencia", La República, 24 de agosto de 2005; S.A, “El suntuoso palacio que hoy se inaugura”, El Bien Público, 25 de agosto de 1925; S.A; “Un Palacio para el mundo”, El País, 28 de enero de 1996.
Investigación Histórica: Alexandra Nóvoa (Año 2006 - Actualización en 2019).
*Agradecemos la colaboración del Arq. Elbio Arbelbide, conservador del edificio del Palacio Legislativo.
Fotografías del CdF
Montevideo histórico
Montevideo histórico es un conjunto de trabajos de investigación a partir de fotografías históricas, los cuales permiten un primer acercamiento al Fondo Histórico del acervo del Centro de Fotografía.