Biógrafos y cines
Las primeras exhibiciones de cine mudo, entremezcladas generalmente con conciertos y espectáculos de variedades, solían proyectarse en teatros o en los nuevos biógrafos. El Edison Salón, el Edén Park, el Varieté Cinema, el Biógrafo Lumiére y el Cinema Concert eran algunos de los biógrafos existentes en este primer período de la historia del cine en el Uruguay.
La aparición del cine sonoro en 1929 marcó el inicio del período de auge de este espectáculo en el país. En esta misma época aumentó considerablemente el número de salas y, simultáneamente, comenzaron a aparecer espacios destinados exclusivamente a la proyección de películas. La expansión de la red de cines en los barrios, el surgimiento de los grandes "palacios del cine" céntricos y la profundización en la década de los cincuenta de la crítica cinematográfica, constituyen tres aspectos a destacar en este período "dorado" comprendido entre 1929 y 1960.
Según señala Alvaro Sanjurjo Toucon, "mientras en los Estados Unidos la avasallante televisión -aún en blanco y negro [...]- marcaba el incio de una crisis cinematográfica de alcance mundial, en Montevideo, en 1953, que por entonces poseía 837.621 habitantes, se registraban 19.152.019 espectadores cinematográficos, que sumados a los del interior del país alcanzarían un total que para unas fuentes fue de 22 millones mientras otras elevan la cifra a unos 23 millones"*. El público podía optar entre asistir a uno de los tantos cines de barrio -famosos por sus matinées de los fines de semana- o bien a una de las lujosas salas céntricas, representantes de las grandes compañías cinematográficas mundiales. Entre estos últimos figuraban el cine Metro, el Radio City, los de la empresa Glücksmann, el Trocadero, el Coventry, el Eliseo, el Ariel, el Ambassador, el Victory, el Grand Palace, el Luxor, el California, el Censa, el Plaza y el Central, el Iguazú y el Polvorín.
Al iniciarse la década de los sesenta comenzaron a procesarse algunos cambios cuantitativos de forma bastante acelerada. En 1965 el total de espectadores anuales, que en 1960 ascendía a 17.951.715, apenas superaba los siete millones. Paralelamente el número de salas se redujo de manera considerable, quedando en 1965 solamente 78 de las 98 existentes cinco años atrás. Estas cifras deben ser interpretadas tomando en cuenta la aparición de las primeras transmisiones de televisión, ya que a partir de los años sesenta este nuevo medio de comunicación actuó como difusor y masificador del cine y, al mismo tiempo, se transformó en su principal competencia.
*SANJURJO TOUCON, Álvaro, "Las distribuidoras y el consumo de cine en Uruguay", en: RAMA, Claudio (coord.), Industrias Culturales en el Uruguay, Montevideo, Arca Editorial, p. 195.
Bibliografía consultada para esta investigación
REMEDI, Gustavo, "El campo del cine en el Uruguay", en Brecha , Montevideo, 19-10-2001
BARRÁN, José Pedro, El Uruguay del Novecientos, Montevideo, E.B.O., 1979
SARATSOLA, Osvaldo, http:/www.uruguaytotal.com/estrenos/cifras/totales.htm
SARATSOLA, Osvaldo, "Glücksmann y el cine en Montevideo: 1913-1958. Auge y Caída de un magnate uruguayo", en La Lupa, Montevideo, 18- 01- 2002.
SANJURJO TOUCON, Álvaro, "Las distribuidoras y el consumo de cine en Uruguay", en: RAMA, Claudio (coord.), Industrias Culturales en el Uruguay, Montevideo, Arca Editorial, 1992.
VANRELL, Rafael, Salones de biógrafos y cines de Montevideo, Montevideo, Ediciones de la Plaza, 1993
JACOB, Raúl, La Quimera y el oro, Montevideo, Arpoador, 2000.
Investigación y textos:
Magdalena Broquetas, Isabel Wschebor.
Fotografías del CdF
Montevideo histórico
Montevideo histórico es un conjunto de trabajos de investigación a partir de fotografías históricas, los cuales permiten un primer acercamiento al Fondo Histórico del acervo del Centro de Fotografía.