Meses después de realizado el daguerrotipo en el que se veía la Iglesia Matriz, se efectuó una copia litográfica de aquella imagen que fue comercializada junto al séptimo número del periódico El Talismán, publicado el 25 de octubre de 1840. Sin embargo, según se puede apreciar, la litografía tiene notorias diferencias en relación a las descripciones que existen de la imagen original.
Según las descripciones de época, el daguerrotipo tomado por el abate Comte “[...] representaba el frontispicio de nuestra iglesia principal, en la cual desgraciadamente por la demasiada proximidad en que estaba colocado el aparato, las reducidas dimensiones de la lámina, y sobre todo por la elevación de las torres, aparecieron éstas como truncas en su cúspide; proyectándose en el fondo del cuadro y allá a lo lejos, el ancho y caudaloso Río de la Plata formando horizonte, y muy distante la fragata francesa “Atalante”, contrastando singularmente por sus diminutas proporciones con la majestuosa mole del templo.” El edificio “quedó estampado en la plancha, con una exactitud y precisión admirables [...]. En cuatro minutos se imprimieron en la plancha los objetos más menudos de la fachada, y el color blanco de las paredes del peristilo era el que más resaltaba, [por]que es menos absorbente de los rayos de luz. El piso de la plaza, las pequeñas huellas de las gentes que pasan, y las de los carruajes estaban de manifiesto; y con un lente de aumento se veían hasta las desigualdades de las paredes, y la juntura de los ladrillos.”
Además, “apareció perfectamente dibujada una carreta parada en un ángulo de la plaza, pero sus bueyes
quedaron apenas bosquejados a causa del movimiento.”
(Tomado de los testimonios de Florencio Varela, Teodoro Vilardebó, Mariquita Sánchez y Tomás de Iriarte)