
Doña Aurora, junto a su estampita y bandera, que tantas veces la encontraron detrás del arco local. Ahí donde se reunían las madres que formaron la primera Comisión de Mujeres de la Villa. La acompañan sus hijas, nuera, nietas, sobrinas y ahijadas. Tres generaciones unidas por los colores y la pasión que caracterizan al bajo salteño.