Fue un inmenso honor la tarea que me fue confiada por la Comedia Nacional: dirigir el Primer Seminario Nacional de Dramaturgia que decidió llevar adelante el teatro oficial. Lo acepté con una gran felicidad y con la enorme responsabilidad que tal encargo supone. Ni bien me propusieron como eje central del seminario el tema de las Instrucciones del Año XIII y del teatro histórico, les propuse el siguiente plan de trabajo: hacer un estudio satelital del actual espacio geográfico que corresponde al sitio en donde se firmaron las Instrucciones y a partir de dicho relevamiento urbano, elegir diez lugares en donde los diez dramaturgos elegidos realizaran cada uno una residencia de escritura en el espacio asignado. Fue a partir de esas diez residencias que se fue estructurando todo este seminario de escritura que, una vez más, vino a confirmarme que la escritura es algo que se encuentra en el entrecruce de la historia, la geografía y el cuerpo. Este notable trabajo fotográfico de Gustavo Castagnello –que nos siguió día y noche– lo revela de forma maravillosamente bella.