
Los franceses llegaron a Tacuarembó para explotar las minas de oro y crearon la
Compañía Francesa de Minas de Oro del Uruguay, con una inversión fabulosa
para la época (década de 1870). Poco tiempo después descubrieron que no era
rentable y dieron quiebra. Pero el ingeniero L’Olivier se quedó porque el coronel
Escayola le encargó la construcción de un teatro de ópera. En una época en que el
gobierno construía edificios para la defensa, sobre todo en los lugares de frontera, en
Tacuarembó se construyó un teatro. Costó unos 25.000 pesos fuertes de entonces, lo
que significó un golpe grande para la fortuna del coronel.
Esta fotografía se encuentra en la oficina del doctor Carlos Arezo Posada: su estudio de abogado
posee un pequeño museo sobre la historia de Tacuarembó.