
Cuando se podía vender lentes en la feria, Fanny compró una buena cantidad de piezas y la puso sobre la mesa.
Se sacó un instante los suyos y los dejó ahí.
Salió del puesto, que dejó a cargo de su hijo. Pero cuando volvió sus lentes ya no estaban: su hijo los había vendido a una señora que se los probó y los compró.
Fanny salió corriendo y logró alcanzarla, recuperando sus lentes.
Laura D'Andrea
Laura D'Andrea
Contemporánea