La fotografía estereoscópica fue utilizada por varios estudios en Montevideo y experimentó un momento de auge comercial en la segunda mitad de la década de 1860. En general se tomaban vistas estereoscópicas de edificios y paisajes, procurando captar las mejores perspectivas para aprovechar el efecto de profundidad. Se vendían junto a copias de otros formatos, aisladas o formando parte de series, con la particularidad de que exigían que el comprador contara con un estereoscopio para poder apreciarlas correctamente.
Vista estereoscópica de la feria en la actual avenida Rondeau, año 1894. Autor: Esteban J. Peluffo. Papel de revelado. 18 x 8,5 cm. MHN/CI, caja 28, foto 21.
Vista estereoscópica del Templo Inglés, año 1880. Autor: G. Monegal. Albúmina coloreada. 17,5 x 8,5 cm. MHN/CI, caja 30, foto 42.
La fotografía estereoscópica es un formato que permite, mediante el uso de un instrumento binocular llamado estereoscopio, percibir el volumen de los elementos que fueron fotografiados. Dicho efecto se logra mediante un mecanismo óptico aplicado a dos fotografías, tomadas al mismo tiempo pero desde ángulos levemente distintos.
Este sistema comenzó a aplicarse a fotografía en 1849, y la impresión de realidad que generaba en el público hizo que se convirtiera en un éxito comercial, aplicado principalmente a vistas de edificios y escenas callejeras.