En 2006 hay otro cambio sustancial, el antiguo local de la calle Yi, testigo de tantas historias, comienza a quedar pequeño para una organización que tiene expectativas de crecimiento, ahogadas por la falta de espacio. La necesidad de un Laboratorio de Informática para acceder a la tecnología digital estimula la búsqueda de un nuevo espacio.
El nuevo local de Ejido 1444, en constante reformulación, cuenta con dos grandes salones de clase (uno de ellos adaptable a estudio de iluminación y equipado como tal), un laboratorio para revelado de películas y tres para copiado en blanco y negro. Cuenta con una biblioteca actualizada y con espacio para recreación de los socios.
Y dos nuevos eslabones: la Sala de Informática (equipada con siete computadoras) y la Sala de Exposiciones EspacioFoto, que lleva treinta y tres muestras realizadas, entre nacionales y extranjeras, desde su inauguración.
En coordinación con otras organizaciones, ha trabajado en: relevamientos fotográficos de carácter social y documental; en el asesoramiento a exposiciones y concursos, aportando jurados; en el apoyo y colaboración con las actividades del Centro Municipal de Fotografía de Montevideo, como la Feria de Fotógrafos y el festival de fotografía FOTOGRAMA 07 y 09, así como la co-realización, con el CMDF, de las exposiciones de autores extranjeros en la Sala EspacioFoto. Convenios con los Centros MEC y la Movida Joven de la Intendencia de Montevideo han favorecido la aproximación a otros receptores: los niños (a través de proyectos que incluyen las XO) y los jóvenes, por medio de talleres de aproximación a la imagen.
Una de las últimas iniciativas ha sido la de llevar la fotografía a espa cios urbanos, para lo cual se ha creado el Fondo de Cultura Visual, que destina fondos para la realización de proyectos externos.
En todo este tiempo, el Foto Club —como le decimos quienes nos referimos a él como si de un amigo se tratara— se ha mantenido en constante evolución y movimiento. Esto ha sido posible gracias al sentido dinamizador que han sabido imprimirle sus socios a través de las diferentes Comisiones Directivas. Y, sobre todo, al colectivo que ha apostado por la autogestión, la independencia, la diversidad, la inclusión y la tolerancia.
La potente dinámica, que nos ha llevado, a través del tiempo, a ponernos en contacto con las diferentes manifestaciones del lenguaje fotográfico contemporáneo, es la que ha conseguido que esta organización se convierta en un centro fermental donde esperamos sigan formándose y desarrollándose las futuras generaciones de fotógrafos.
Suci Viera
