Las esclerodermas
También llamadas «bolas de tierra», son gasteromicetos del género Scleroderma, término que en latín significa «piel dura».
La cutícula generalmente es escamosa, de color amarillo o castaño amarillento.
La zona féril, o gleba, es interna y no es pelvorulenta como la de las calvatias, sino que tiene consistencia grumosa. Las esclerodermas crecen en el suelo. Algunas especies desarrollan una prolongación semejante a un pie y cordones micelianos en sus bases.
Las esclerodermas más frecuentes forman fructificaciones de entre 2 y 8 cm de diámetro, entre las que figuran S. albidum, S. bovista, S. citrinum y S. verrucosum, esta última citada en guías de la región como tóxica. En nuestro país se ha descrito una una especie de escleroderma autóctona que fue bautizada como Scleroderma uruguayense.