
Almuerzo de pescado con frijoles junto con escritores nicaragüenses. Alrededor de la mesa, de izquierda a derecha, Omar Cabezas, Galeano, Gioconda Belli, Luis Rocha y Julio Valle Castillo. Nicaragua, años ochenta. Fotografía analógica /
Alegría amarga en el Sambódromo de Río de Janeiro, Brasil. Eduardo Galeano (de pie) junto con el poeta ecuatoriano Jorge Enrique Adoum y las esposas de ambos, apenas se enteran de la derrota sandinista en las elecciones de febrero de 1990. Lo reflejará en su artículo «Un niño perdido en la intemperie», publicado ese mes en simultáneo en Brecha (Uruguay), La Jornada (México) y Página 12 (Argentina). Su relación con Nicaragua tendrá en esos meses el desencanto de «La Piñata» de 1990, cuando algunos dirigentes sandinistas, en especial quien fue su amigo, Tomás Borge, privatizaron a su nombre algunos bienes públicos. Fotografía analógica. Autor: S.d. Archivo: Eduardo Galeano – Helena Villagra