
Renata es jugadora en las minis de La Nuestra Fútbol Feminista. Nos abrió las puertas de su casa, en el Barrio 31, con la colección familiar de camisetas y sus
pequeñas mascotas. Madre e hija palpitan la misma pasión, empujan por un fútbol inclusivo y sueñan con el día en que puedan abrazarse en un grito de gol en el
Monumental.