
Enfermera, 28 años, trabaja en toda la región de Cusco, apasionada hincha del Cienciano desde hace once años. Cada domingo desde casa o en el estadio alienta los partidos del equipo de sus amores. Su inmenso corazón rojo ha luchado durante esta terrible pandemia en la primera línea de atención a los pacientes afectados por covid-19.