Herman Santoro
Mi abuelo se llamaba Nicolás Santoro y era de Tegiano, el lugar de San Cono. Mis abuelos se casaron el 11 de mayo de 1876. Llegaron a la zona de Melilla a fines de ese año y se instalaron allí cerquita del Centro Melilla, en unos ranchitos, y ahí tuvieron 14 hijos. Mi padre era de los más chicos. Se llamaba Félix Santoro y nació en 1899. El camino La Redención se abrió unos cuantos años después de la llegada de mi abuelo. Él me contaba que junto con el abuelo de Cousté iban a hacer la zafra a Isla Mala en Florida, iban a cortar paja. Sabían que allá cortar la paja de quinchar les daba unos pesitos extras. Se iban a caballo y volvían a los dos, tres meses. A veces cuando volvían había un hijo más, en cualquiera de las dos familias. Las mujeres se auxiliaban con los partos, en aquella época en que no había médico ni en Colón era todo muy natural.
Mi padre se casó el 19 de junio de 1926, cuando Artigas no era héroe. Como no era feriado se pudo casar. Mi madre se llamaba Florentina Moizo. Tengo dos hermanas mujeres, una mayor y una menor. Yo soy del ‘30. Estoy haciendo el árbol genealógico de la familia Santoro y llegué a trecientos y pico de nombres. También estoy escribiendo la historia de Melilla, la de la fruticultura, la de la viticultura, la de los Santoro. Me agarré muchas tareas. Porque no puede ser que uno no cuente. Te lo llevás, lo que no contás te lo llevás. Y hay gente que va a querer saber. Le dije a mi nieta menor de 15 años que cuando sea grande como su mamá y sus hijos le pregunten, ahí va a estar todo escrito.
Camino Melilla 10223. 16 de junio de 2006.