Este llamamiento del 18 de junio tiene un alcance limitado y a su vez inmenso. Al principio, sólo algunos miles de franceses lo siguen pero tiene una repercusión particular en América Latina. Se realizan envíos de fondos en solidaridad con la Francia Libre de De Gaulle; miles de latinoamericanos, entre ellos noventa uruguayos, parten a reunirse con el General de Gaulle en Londres para participar en la lucha y liberar a Francia.