En tanto, la Ciudad Luz está ocupada, 1,8 millones de soldados presos, un gobierno y ocho millones de civiles en fuga. El 17 de junio de 1940 el mariscal Pétain se dirige a los franceses para decirles que no hay otra opción que capitular; De Gaulle, quien no es más que un subsecretario de Estado para la guerra, lanza desde Londres el llamamiento del 18 de junio.