Al decretarse las primeras militarizaciones de trabajadores de la banca, en junio de 1968, este regimiento fue destinado para la relcusión de los bancarios de Montevideo considerados desertores.
Desde 1972 hasta el final de la dictadura fue utilizado como centro de detención de militantes de ambos sexos, de distintas organizaciones políticas, entre los cuales hubo al menos una detenida embarazada.
El 1º de setiembre de 1973 murió en este lugar a consecuencia de las torturas padecidas Hugo de los Santos, estudiante de agronomía e integrante del MLN-Tupamaros. Pedro Lerena, otro militante de esta organización, falleció por los mismos motivos en setiembre de 1975.
Actualmente sigue funcionando como Regimiento de Caballería Nº 9.