
En la ciudad de Tambores, fronteriza entre Tacuarembó y Paysandú, hubo un
encuentro con la familia Mederos, cuyos miembros mostraron con mucho orgullo
la imagen que conservan de Gardel, dedicada a un ancestro. La reproducción es
mala porque allí no había escáner para copiarla pero se optó por incluirla en esta
exposición porque muestra la otra cara del músico oriental, que repartía su arte por
todas las comarcas del país de origen, sobre todo en la región cercana a Valle Edén.
Por allí hay testimonios, aún hoy, de gente muy anciana que conoció a Gardel.