Dina Pintos de Del Castillo
Dina Pintos de Del Castillo
(9 de diciembre de 1929 - 2 de diciembre de 2002).
A lo largo de sus casi 73 años, desde su apariencia menuda, casi frágil, Dina Pintos Favaro de Del Castillo contagió su energía y vitalidad, su curiosidad y buen humor a quienes la rodearon, tanto que llegamos a pensar que el cáncer desistiría, impresionado por tanta resistencia. Pero no.
Dina eligió como profesión la de fotógrafa, pero su personalidad la llevó, además, a buscar información, indagar, experimentar y compartir sus descubrimientos. No podía menos que desembocar en la docencia.
Empezó en el Foto Club Uruguayo, donde la conocí en 1974. Mayor, por su edad, que la generación que ingresó conmigo, pero cercana desde el progresismo de su cabeza, fue una persona clave para que no corriera sangre en los encontronazos entre esa muchachada -censurada por la dictadura, ansiosa de expresar su dolor y su bronca- y los exquisitos veteranos del Club, tan empolvados como sus medallas.
En 1980 inauguró la cátedra de Comunicación Visual en el entonces Instituto de Filosofía, Ciencias y Letras. Estaba alarmada por la pérdida de todo rigor crítico que la dictadura había provocado en la Universidad de la (todavía llamada) República, y confiaba en poder inyectarlo en sus clases, aunque fueran en el ámbito privado. La acompañé un año después con
mis clases de Fotografía y en esos cinco años previos a la transformación del Instituto en Universidad Católica (y aun después), tuvimos que trancar más de una vez las puertas durante los exámenes, para no comprometer a estudiantes que proyectaban audaces audiovisuales sobre la represión, los
niños desaparecidos, el aborto y la libertad sexual.
Gran batalladora por los derechos de las mujeres, Dina nos apoyó y asesoró en las 4 exposiciones de mujeres fotógrafas que realizamos en Montevideo, desde 1988: "Campo Minado", "A Ojos Vistas", "Cómplices" y "Cuarto Creciente".
En los últimos años, ya retirada de la docencia permanente, siguió
formando nuevas generaciones, integrando jurados o a través de charlas y análisis de carpetas, tanto en el Foto Club como en la Escuela Aquelarre.
Fue aquí donde brindó su última charla, a fines de setiembre, ya muy deteriorada en su salud.
Poco antes había sido Curadora de la muestra fotográfica "Luces del Silencio - Fotografía Uruguaya durante la dictadura", realizada en el Atrio de la Intendencia Municipal de Montevideo.
Durante los años que la conocimos -diez, veinte, treinta- Dina Pintos fue la referencia ineludible en materia de lenguaje fotográfico, pero de haber sido sólo eso bastaría una recopilación de sus escritos para mantener vigente su legado.
Lo que hace necesario sentirla viva es el conjunto de cualidades de su persona: su inalterable capacidad de asombro, su eficacia para almacenar todo lo positivo a su alrededor, su generosidad para compartirlo, su entusiasmo contagioso, su delicadeza para expresar la discrepancia sin lastimar, y sobre todo, su respeto dado y exigido.
No podemos impedir la muerte, pero podemos negarnos a aceptarla. E incluso, otorgar la vida eterna. Para eso está el arte. Su arte.
Diana Mines
