¿Por qué Carlota Ferreira como Musa inspiradora de un festival como éste?

Así lo explicaba Francisco Dalmao, director de Llamale H en 2006:
“Si hablamos de una mujer seductora, voluptuosa y sexy, amante fogosa y desprejuiciada, viuda varias veces y adicta a la morfina, si además de todo esto decimos que vivía en Montevideo hacia fines del siglo XIX, a nadie le quedarán dudas sobre la persona a la que nos estamos refiriendo.
Carlota Ferreira, musa de Llamale H, conoce al “Pintor de la Patria” Juan Manuel Blanes en el año 1880, cuando llega a su estudio con algunas fotos de su difunto marido y le solicita al artista que le haga un retrato postmortem.
Muchos dicen que el calor de la pasión invadió el lugar apenas se acercaron y que nada pudo hacerse para evitar lo inevitable.
Blanes, casado y padre de varios hijos, sabía ya de romper las reglas. Años atrás había salido huyendo hacia la ciudad de Salto, escapando del marido de su futura mujer, María Linari, y de los dedos acusadores de la sociedad montevideana. Pero fue Carlota quien le hizo perder la razón.
No podríamos entender y disfrutar completamente de este cuadro, sin saber que cada pincelada estuvo precedida de besos y caricias, de susurros y provocaciones. Todo prohibido y secreto, todo contra la corriente, lejos de los cánones moralistas de una Montevideo exultante de patriotismo.
Nos importa todo esto porque nos importa el origen de todo lo que en aquel siglo XIX se comenzó a definir como “uruguayo”. Como arquetipos de este nuevo escenario social y cultural, tanto Blanes como Carlota Ferreira nos aportaron su vida y su dramática, así como también nos mostraron las formaciones de compromiso que muchas veces “resolvían” los conflictos entre lo público y lo más privado e íntimo.
El nacimiento de nuestra patria y el inicio de la construcción de una identidad nacional, tuvo que ver también con pasiones prohibidas y locuras de amor. La historia oficial prefiere mirar hacia otro lado, prefiere la grandilocuencia heroica de Blanes en otras de sus obras. Es que las urgencias del amor no hacen la historia, la impulsan.
Si tenemos que elegir, es así como nos gusta ser uruguayos. Arrebatados, pasionales, desprejuiciados. Regordetes, calentones. Con un discurso para el público y otro para cuando tenemos el cierre abierto. Nadie dice que somos así. Pero somos”.

Despedida
En 2007 no se realizó una segunda edición de Llamale H como estaba previsto, dado el abrupto fallecimiento de Francisco Dalmao, su creador. Por eso esta imagen que en su corto período de circulación supo generar polémica, nunca llegó a ser el afiche del festival 2007.
Lo más pesado fue despedir al amigo, y luego aprontar el mate y repensar ¿cómo sigue Llamale H? ¿tiene que seguir? ¿por qué? ¿cómo hacemos?
Mientras procurábamos respondernos esas preguntas, recibimos un llamado del Ministerio de Educación y Cultura, anunciándonos que el premio obtenido por la postulación a los Fondos Concursables, si bien había sido otorgado a Francisco Dalmao como Responsable Legal de Llamale H, podía asignarse a quien ocupara su lugar, dado que por el valor de la propuesta, se mantenía el interés del MEC porque el proyecto pudiera ejecutarse.
El 4 de setiembre de 2007 se realizó una exhibición de homenaje a Francisco Dalmao en el Cine Hoyts Alfabeta, con la participación de público general y autoridades políticas y de la cultura nacional. Se proyectó el film: Dos patrias, Cuba y la noche, del director Christian Liffers.
Y Llamale H siguió.
Con reuniones, correos electrónicos e incluso algunos viajes cercanos para recuperar contactos y restablecer alianzas. Así se preparó la segunda edición, que llegó en setiembre de 2008, con las ganas de dos años acumuladas, y con el sabor amargo de aquella despedida transformado en una dulzona ilusión de mu
chos y muchas.