Instituto antártico uruguayo

Instituto antártico uruguayo

Refugio Collins. Década de 1980. En el lugar donde hoy se halla la Base Artigas, desde 1969 existía este precario refugio chileno, que fue cedido al IAU y se mantuvo erguido hasta 1989, cuando fue demolido para construir allí el Wannigan Científico.
Interior del avión Fairchild FAU 572, durante un vuelo entre Uruguay y la Antártida. Año 1984. En el interior del avión Fairchild FAU 572 se ubicaban los tanques de combustible suplementarios que permitían la autonomía mínima necesaria para volar entre Punta Arenas y la Isla Rey Jorge.
Llegada de la primera misión del Instituto Antártico Uruguayo (IAU). 28 de enero de 1984. El 28 de enero de 1984 aterrizaba en la isla Rey Jorge el avión Fairchild FAU 572 de la Fuerza Aérea Uruguaya, transportando al personal de la primera misión antártica del IAU, con la finalidad de reconocer el lugar donde se establecería la futura Base Artigas.
Construcción de la Base Artigas. Diciembre de 1984. Se pueden apreciar los mástiles de las banderas y el edificio de la Sala de Radio, primera construcción de la BCAA, que sirvió de alojamiento a los pioneros.
Instrumentos para mediciones geodésicas. Enero 1985. Apenas establecida la Base Artigas, en el verano de 1984-1985, el Servicio Geográfico Militar comenzó a realizar mediciones geodésicas que contribuyeron a la confección de los primeros mapas de la zona y que luego fueron empleados para profundizar sus estudios en otras áreas relacionadas.
Geólogos y paleontólogos uruguayos. Verano de 1985-1986. En el verano de 1985-1986 un grupo de geólogos y paleontólogos uruguayos realizaron investigaciones en la península Fildes, en la zona de Fossil Hills, trabajando en conjunto con científicos de otras nacionalidades y estableciendo un campamento en la zona.
Ejemplares de Kril antártico. Años 1985-1987. Un científico muestra el tamaño de estos pequeños crustáceos que están en la base de la cadena alimenticia de la fauna que rodea la Antártida. Entre 1985 y 1987 el Dr. Bernabé Grillo lideró un equipo que investigó los efectos del Omega 3 sobre la dieta de los pingüinos que se alimentaban de Kril, lo que sirvió como base de importantes descubrimientos para ayudar a combatir los efectos del colesterol en las personas.
Científicos uruguayos y chinos realizando investigaciones en glaciología. Verano de 1992. En la década de 1990, en el marco de programas de cooperación científica entre los gobiernos de Uruguay y China, se realizaron importantes investigaciones en glaciología, entre ellas mediciones en la región del glaciar Collins, en la Isla Rey Jorge y en otras islas cercanas.
Equipo de investigadores conformado por científicos de Uruguay y de China, en el marco de trabajos de cooperación científica. Verano de 1992.
Científicos de las bases de China y de Uruguay durante un alto en sus trabajos de glaciología. Glaciar Collins. Verano de 1992-1993.
Rack para medición de la corrección atmosférica. Actividad Científica en la BCAA. A fines de la década de los noventa y hasta 2006, las actividades científicas en la Base Artigas se realizaban en torno a un modesto edificio armado con contenedores reciclados, llamado “El Wannigan Científico”. En su entorno se instalaron diversos aparatos de medición y el parque meteorológico.
Vista aérea de la Base Artigas. Al fondo: el lago Uruguay. Marzo de 1998. La nieve ya comienza a instalarse.
Estación Científica Antártica Ruperto Elichiribehety (ECARE). Año 1997. El 22 de diciembre de 1997 se inauguró la ECARE, en la Península Antártica, quedando establecida así una segunda base uruguaya en la Antártida.
La ventana del Hércules, el transporte que nos llevó a Punta Arenas en el sur de Chile. Allí debimos permanecer un par de días hasta que el clima permitiera que el enorme avión cruzara a la Antártida.
El viaje de Punta Arenas hasta la Antártida dura aproximadamente dos horas y media. El sonido de los motores no permite conversaciones y se deben tener los oídos tapados.
Se asoman las primeras zonas de hielo, señal de que nos acercamos a destino.
El único aeropuerto se encuentra en la base chilena. Las compuertas traseras se abrieron y vimos suelo antártico por primera vez. La emoción que se siente no se puede explicar con palabras ni con fotos.
La bienvenida incluye un saludo protocolar con el jefe de la base de Chile y algunos integrantes de ésta. También nos recibió la dotación de Uruguay.
Durante la espera en la base chilena nos sirvieron café para entrar en calor, y tuvimos oportunidad de comenzar a socializar con la gente del sur.
Llegar a la base Artigas ubicada frente a la Bahía Collins es una experiencia única. Las habitaciones son compartidas entre dos o más personas y gozan de una vista maravillosa.
En cada base hay un indicador de puntos cardinales y países. En el que se encuentra la uruguaya también están marcados los barrios de los visitantes que pasaron por ella.
La base vista de frente, de espaldas al mar. El edificio que está pintado con la bandera de Uruguay tiene los laboratorios para estudios científicos y las habitaciones para los que van a realizar las diferentes tareas. El personal de la dotación tiene habitaciones en otros lugares, generalmente en la zona en la que les toca trabajar.
De los 17 días que estuvimos en la Base Artigas de la Antártida, el primero fue el que tuvo el cielo más azul y despejado, dándonos la mejor bienvenida.
Para elegir el lugar donde se construirá una base se tienen en cuenta varias cosa:, la salida al mar, la cercanía del agua dulce y las distancias con respecto a otras bases. La decisión se toma en conjunto, con el asesoramiento de países que ya tienen destacamentos en el lugar y experiencia en la zona.
Varios somos los curiosos que, a pesar del frío intenso, queremos ver la salida del sol por primera vez.
El frío lo abraza todo. En ese lugar es donde guardan el Zodiac, la lancha utilizada como transporte marítimo de distancias cortas.
El primer amanecer. En esta parte del planeta el proceso de salida y ocultamiento del sol es mucho más largo de lo que estamos acostumbrados por estas latitudes. A las 6.30 de la mañana apareció la primera claridad en el cielo, pero no fue sino hasta las 8.30 que el sol terminó de salir.
Frente a la costa de la base se encuentra el Glaciar de Isla Nelson.
Aunque en territorio antártico la tierra no pertenece a nadie, este lago lleva el nombre de nuestro país. De él, mediante largas cañerías, se extrae el agua potable para la base. El proceso de extracción es sumamente complejo, por lo que se deberá tener cuidado de no ducharse por más de dos minutos ni dejar canillas abiertas.
El primer paseo fue a un lugar que queda sobre un risco muy alto donde se encuentra la Baliza. Es una estructura a modo de antena con una luz que sirve de señal luminosa para ayudar a la navegación. Como un faro, pero más pequeño.
En la entrada a la base uruguaya hay un cartel de Bienvenida que nos recibe
Junto a la base chilena se encuentra la rusa Bellingshausen. En ella trabajan entre 20 y 40 personas durante todo el año.
La visita obligada dentro de la Base rusa es a la iglesia ruso-ortodoxa de la Santa Trinidad. La idea de esta iglesia surgió en los noventa pero recién la inauguraron en el año 2004. La construcción está hecha de madera de abeto siberiano, y las pinturas de su interior fueron realizadas por pintores del pueblo de Pálej.
Ruslan Eliseev tenía 30 años en ese momento y es parte de la dotación de la base rusa hace años. Dice ser fotógrafo amateur, pero sus fotografías son muy profesionales. Estar tanto tiempo en la Antártida le ha dado la oportunidad de encontrar rincones únicos y ser testigo de procesos increíbles de la naturaleza.
El tratado antártico regula las relaciones internacionales y el uso del territorio, así como el manejo que deben tener las bases para mantener el medio ambiente intacto. Estos tanques con desechos son de la base rusa. La base uruguaya es una de las que mejor cumple con lo pactado y respeta el entorno natural.
La caminata desde la base rusa hasta la uruguaya dura alrededor de una hora y media. Como el suelo está cubierto de nieve, el camino se marca con cañas.
Tanques de combustible. Pertenecen a los rusos y son de la época de la Guerra Fría. La colaboración entre bases es parte del Tratado Antártico, por eso los rusos permiten que Uruguay utilice los tanques hasta que se encuentren operativos lo que se colocaron en 2012 en la Base Artigas.
En abril el frío ya era suficiente como para que los animales emigraran a zonas más cálidas. Sabíamos que la posibilidad de encontrar pingüinos era muy baja, tuvimos la suerte de encontrar un pequeño grupo.
El lugar donde se encontraban los pingüinos era pasando una zona llamada La Catedral, cuyo nombre hace referencia a una formación rocosa.
Pingüinos de Papúa o de pico rojo y paloma antártica.
Pingüinos de Papúa o de pico rojo.
Pingüinos de Papúa o de pico rojo.
Pingüinos de Papúa o de pico rojo.
Mar de Drake. Separa América del Sur de la Antártida y es el punto de unión de los océanos Pacífico y Atlántico. Según los navegantes son las aguas más tormentosas del mundo. El horizonte es irregular y atemorizante debido al gran oleaje continuo.
En el Pasaje de Drake encontramos algunos lobos y elefantes marinos.
Foca de Weddel.
Desde la altura se puede apreciar la belleza del entorno de la base. Los diferentes edificios pertenecen a distintas áreas, torre de control, meteorología, laboratorios y habitaciones, depósito, cocina, y hasta enfermería.
Una vista panorámica del Lago Uruguay, desde donde se extrae el agua potable para la Base Artigas.
Refugio ruso en el Pasaje de Drake. Hay varios en territorio antártico. Son construidos para refugiarse en caso de tormentas. Cuentan con cama, abrigo, bebida, sal, garrafa, algunos condimentos y alimentos congelados. Todo lo que se use debe ser repuesto
El personal se transporta por tierra en el Carrier. Consta de dos cuerpos unidos y se mueve sobre orugas, como los tanques de guerra. Una de ellas se salió el día de nuestra llegada y hubo que desenterrar el vehículo a mano. Por esta razón nuestro equipaje no llegó sino hasta el otro día.
El helicóptero de la base chilena trajo al otro día de nuestra llegada, el equipaje que había quedado varado por el desperfecto técnico del Carrier.
En la Antártida todos ayudan. Los integrantes de la dotación y algunos que vinieron en este viaje especialmente a realizar refacciones arreglan las tuberías de agua. Los visitantes también dan una mano.
Bahía Collins.
La dotación tiene trabajo prácticamente todo el día, sobre todo aquellos que cumplen tareas de mantenimiento.
La torre de control. En la Antártida hay internet y el número de teléfono es local, como si se llamara a cualquier barrio de Montevideo. Se están negociando convenios con Antel para que también haya telefonía celular.
La Bahía y el Glaciar Collins visto desde la baliza. El glaciar ocupa alrededor del noventa por ciento de la superficie de la Isla Rey Jorge, donde se encuentra la base Artigas.
Hormigonera que se utilizó para levantar los cimientos de la base en 1984. Está allí a modo de monumento.
La bandera flameando, un símbolo de nuestro país en el continente antártico.
La Antártida es un lugar congelado que está en continuo movimiento. Cuando la temperatura sube un par de grados, grandes trozos de hielo se desprenden del glaciar y flotan en la bahía.
Desde el segundo piso del edificio de las habitaciones y laboratorios se puede ver a uno de los viajeros contemplando la inmensidad del paisaje helado.
En la Antártida no hay árboles, por lo tanto la madera que la corriente trae a ese lugar de la bahía son trozos de barcos, seguramente balleneros que en la antigüedad pescaban en la zona. Se dejó el lugar intacto y la madera está siendo estudiada.
Meteorología tiene trabajo todo el año. Hay un sector dentro de la base para la medición de diferentes fenómenos climáticos. Éste es un heliógrafo, que mide las horas reales de luz solar.
Pluviómetro. Se emplea para medir las precipitaciones. La cabina triangular que hay detrás es un resguardo meteorológico, dentro tiene termómetros que miden la temperatura al abrigo. La pequeña torre detrás del resguardo es un anemómetro, que mide la velocidad del viento.
Gracias a un convenio con Ancap, la base cuenta desde 2012 con ocho tanques de acero inoxidable de 34.000 litros para guardar el combustible que se utiliza en la base. Estarán completamente instalados para el próximo verano.
Un equipo de producción cinematográfico uruguayo fue a la Antártida a filmar escenas para una película. Se llama Solo y a fin de este año se estrenará en nuestro país. El director es Guillermo Rocamora, la producción ejecutiva es de Javier Palleiro y el guión está escrito por ambos. Ésta es una escena rodada durante el viaje de ida en el Hércules.
En cuanto llegamos a la Antártida, sin haber pisado aún la base uruguaya, los de la película, como los llamábamos los demás, ya estaban filmando bajo el cielo nevado y helado. Nada los detuvo.
Rodaje de otra escena de la película Solo. De fondo, la Base Artigas.
La dotación consta de ocho personas con diferentes períodos de trabajo que van desde los cuatro meses hasta el año. Durante los meses de invierno no hay viajes desde Montevideo, por lo que solamente tienen contacto entre ellos y con las bases más cercanas. En estas fotografías aparecen los integrantes de la dotación que había en abril del año 2012. En ese viaje había recambio de integrantes, por eso aparecen más de uno en algunas fotos. Pero el trabajo es de a uno por puesto. Jefe de la base,
La dotación consta de ocho personas con diferentes períodos de trabajo que van desde los cuatro meses hasta el año. Durante los meses de invierno no hay viajes desde Montevideo, por lo que solamente tienen contacto entre ellos y con las bases más cercanas. En estas fotografías aparecen los integrantes de la dotación que había en abril del año 2012. En ese viaje había recambio de integrantes, por eso aparecen más de uno en algunas fotos. Pero el trabajo es de a uno por puesto. Doctor.
La dotación consta de ocho personas con diferentes períodos de trabajo que van desde los cuatro meses hasta el año. Durante los meses de invierno no hay viajes desde Montevideo, por lo que solamente tienen contacto entre ellos y con las bases más cercanas. En estas fotografías aparecen los integrantes de la dotación que había en abril del año 2012. En ese viaje había recambio de integrantes, por eso aparecen más de uno en algunas fotos. Pero el trabajo es de a uno por puesto. Cocinero,
La dotación consta de ocho personas con diferentes períodos de trabajo que van desde los cuatro meses hasta el año. Durante los meses de invierno no hay viajes desde Montevideo, por lo que solamente tienen contacto entre ellos y con las bases más cercanas. En estas fotografías aparecen los integrantes de la dotación que había en abril del año 2012. En ese viaje había recambio de integrantes, por eso aparecen más de uno en algunas fotos. Pero el trabajo es de a uno por puesto. Torre de control.
La dotación consta de ocho personas con diferentes períodos de trabajo que van desde los cuatro meses hasta el año. Durante los meses de invierno no hay viajes desde Montevideo, por lo que solamente tienen contacto entre ellos y con las bases más cercanas. En estas fotografías aparecen los integrantes de la dotación que había en abril del año 2012. En ese viaje había recambio de integrantes, por eso aparecen más de uno en algunas fotos. Pero el trabajo es de a uno por puesto. Meteorología.
La dotación consta de ocho personas con diferentes períodos de trabajo que van desde los cuatro meses hasta el año. Durante los meses de invierno no hay viajes desde Montevideo, por lo que solamente tienen contacto entre ellos y con las bases más cercanas. En estas fotografías aparecen los integrantes de la dotación que había en abril del año 2012. En ese viaje había recambio de integrantes, por eso aparecen más de uno en algunas fotos. Pero el trabajo es de a uno por puesto. Electricista.
La dotación consta de ocho personas con diferentes períodos de trabajo que van desde los cuatro meses hasta el año. Durante los meses de invierno no hay viajes desde Montevideo, por lo que solamente tienen contacto entre ellos y con las bases más cercanas. En estas fotografías aparecen los integrantes de la dotación que había en abril del año 2012. En ese viaje había recambio de integrantes, por eso aparecen más de uno en algunas fotos. Pero el trabajo es de a uno por puesto. Buzo.
La dotación consta de ocho personas con diferentes períodos de trabajo que van desde los cuatro meses hasta el año. Durante los meses de invierno no hay viajes desde Montevideo, por lo que solamente tienen contacto entre ellos y con las bases más cercanas. En estas fotografías aparecen los integrantes de la dotación que había en abril del año 2012. En ese viaje había recambio de integrantes, por eso aparecen más de uno en algunas fotos. Pero el trabajo es de a uno por puesto. Vehículos y transporte.
Parados de espaldas a la base, el paisaje de la Bahía Collins.
Un esqueleto de ballena es parte de la decoración del frente de la base. Unos estudiantes de biología encontraron los huesos desparramados en el año 2007.
Todos los días son diferentes. Durante nuestra visita le sensación térmica fue de unos 15 grados bajo cero, Pero un día la temperatura subió unos grados. Fueron suficientes para que desapareciera toda la nieve que había el día anterior. El lugar parecía otro.
Había sonido de agua corriendo por todos lados, como si de pronto todo pudiese descongelarse abruptamente.
Un par de días antes habíamos caminado por el mismo lugar cubierto de nieve. Se podía escuchar el hielo resquebrajándose, y de los trozos que se desprendían del glaciar para caer en el mar.
A esa elevación que se ve al fondo le llaman “el volcán”, por la similitud que tiene con ese tipo de estructuras geológicas.
El hielo adquiere formas maravillosas y todo el tiempo se está transformando
El último día, el clima nos despide con la nevada más fuerte que hubo durante nuestra estadía
No hay videos

Descripción

“En Antártida todo hay que hacerlo, como otrora en los orígenes mismos del país, cuando los españoles encontraron un buen territorio, pero poblado de muy fieros y dignos aborígenes. Poblar y edificar el país, si bien es resultancia que se ve muy bien a lo largo de los años, ello fue producido punto por punto y hombre por hombre. La Antártida es una promesa de fiero trabajo para los nacionales, los cuales estarán siempre alentados por la consigna artiguista de ilustración y valor. Ese valor, originariamente militar se transformará luego, en valor científico, técnico y artístico. Ésta es una adecuada respuesta y no cabe otra”.
Profesor Julio César Musso, 1968
Fundador del Instituto Antártico Uruguayo

El Instituto Antártico Uruguayo es el organismo regulador de la actividad de la República Oriental del Uruguay en la Antártida.
Fue fundado por el profesor Julio César Musso en 1968, como una institución de carácter privado con la intención de concientizar la importancia de la vinculación de nuestro territorio con la Antártida.
En 1975, aquel instituto privado pasó a la órbita del Estado; al quedar dotado de mayores medios y recursos comenzó a implementar los proyectos que los pioneros guiados por Musso habían imaginado.
Al decir del profesor Musso, aquellos primeros intentos de aproximación nos fueron vinculando al helado continente y lo que primero fue acercamiento bravío fue luego logístico, científico y –por fin– artístico.
Según lo expresa el Protocolo de Protección Ambiental que regula las actividades a desarrollar en el continente helado, “la Antártida es una reserva natural consagrada a la paz y a la ciencia”.
Esto implica que todas las tareas que se planifiquen y realicen en el Área del Tratado Antártico deberán tener como consideración fundamental la protección del medio ambiente antártico y los ecosistemas dependientes y asociados, incluyendo sus valores de vida silvestre y estéticos, y su valor para la realización de investigaciones científicas.
Los valores estéticos de la Antártida son en sí mismos un bien a proteger, pues forman parte de un patrimonio intangible que merece ser conocido y preservado.
Este espíritu a su vez es reflejado en el Decreto 555/994, Reglamento de Organización y Funcionamiento del Instituto Antártico Uruguayo, que en sus funciones establece: “Participar en tareas de difusión de las actividades antárticas nacionales, a través de exposiciones, programas de comunicación masiva, actividades literarias, artísticas, publicaciones, distribución de información u otras, relacionadas con este cometido”.

La muestra de fotografías de Gabriela Rufener, cumple una función integradora y contribuye a la exaltación de los valores estéticos de la Antártida, reuniendo imágenes de la vida silvestre y de la actividad humana del pasado y del presente, trasmitiendo así a las generaciones futuras, un legado que de otra manera, se perdería.

Cnel. Waldemar Fontes
Jefe de Relaciones Públicas
Instituto Antártico Uruguayo
 

 

Fecha

  • Desde el 07/06/2013 hasta el 28/08/2013 en Fotogalería Parque Rodó

Autores

  • Gabriela Rufener

Datos Técnicos

Fotografía contemporánea: Gabriela Rufener
Edición: Gabriela Rufener , Andrés Martínez, Andrea Lebrato (IAU), Gabriel García/CdF
Tratamiento digital: Gabriel García/CdF, Gabriela Rufener
Gráfica: Andrés Cribari/CdF, Maite Lacava/CdF
Impresión: Cuatro Tintas. Fotografías impresas en impresora Epson Pro GS 6000 con tintas ecosolventes sobre vinilo adhesivo Intercoat

Las fotografías históricas fueron digitalizadas en un scaner Epson V700 a partir de una copia de gelatina y plata sobre papel y copias de revelado cromogénico sobre papel, generando archivos en formato tiff RGB 16 bits 100% a 600 dpi.
Las fotografías contemporáneas fueron tomadas con una cámara Nikon D300 con lente 18 - 105 mm f 3.5.

Convocatorias

El Centro de Fotografía realiza anualmente convocatorias abiertas para editar libros y exponer muestras fotográficas en los diferentes espacios que gestiona, a partir de las propuestas de autores uruguayos y residentes en Latinoamérica. Los trabajos son elegidos por un comité de selección externo al CdF que cambia año a año.

Las bases de todos los llamados puede consultarse en la página de convocatorias.

PATROCINAN
Patrocinadores

Av. 18 de Julio 885
(entre Andes y Convención)
CP 11100. Montevideo. Uruguay
Tel: [598 2] 1950 7960
Mail: CdF@imm.gub.uy
Lunes, miércoles, jueves, viernes: de 10 a 19.30 h.
Martes: de 10 a 21 h. Sábados de 9.30 a 14.30 h.


Intendencia de Montevideo
Edificio Sede: Av. 18 de Julio 1360
Tel: [598 2] 1950
Montevideo, Uruguay | CP. 11200
Ir al Facebook del CdF
Ir al Twitter del CdF
Ir al Instagram
Ir al canal de Youtube del CdF