De izquierda a derecha Francisco Maschio, Irineo Leguisamo y Carlos Gardel en el chalet “Villa Yeruá”, durante el cumpleaños de Maschio. Año 1933. (Foto: Colección Carlos Aguiar. Autor: S.d)
La razón que lo llevó a Gardel a comprar terrenos cercanos a la playa La Mulata y construir su casa, en la actual calle Pablo Podestá, se debió a que frecuentaba el chalet de veraneo Villa Yerúa, propiedad de
Francisco Maschio, “El brujo de Olleros”, en la Rambla Bernardo O ́Higgins y la calle Rimac (Malvín). También era frecuente el “vareo” de caballos en la playa Malvín. Maschio (argentino), tuvo dos studs, uno en
Buenos Aires, y otro en Montevideo. En 1921 en el hipódromo de Maroñas (a través de Maschio) Gardel conoció al salteño Irineo Leguisamo. Gardel le confió a Maschio el cuidado de su máxima pasión después
del canto, sus “pingos”. Por esa razón no es casualidad que uno de los mejores amigos de Gardel fuera Leguisamo, el más famoso jockey de todos los tiempos. Como dato curioso, al final de la segunda grabación
del tango “Leguisamo solo”, Gardel dice: “Bueno, viejo Francisco, decile al ‘Pulpo’ [Leguisamo], que a ‘Lunático’ [el caballo más famoso de Gardel], lo voy a retirar a cuarteles de invierno... ya se ha ganado sus garbancitos... Y la barra... completamente agradecida. Sentí la barra”. Y se escucha el coro de los guitarristas: “Muy bien”. Y Gardel remata: “Salute”.
Histórica