Aníbal Troilo en el Club de la Guardia Nueva. Arriba, de izquierda a derecha, Olga y Jorge Seijo, Mario Arroyo, Rodolfo Rodríguez Lourido, “Ja-ja” Martínez, Luis García,
Alba Carabel y “La negrita” Expósito. Abajo Nicolás Pepe, Blanquina Califano y Aníbal Troilo. Verano de 1955 (aprox.). (Foto: Archivo Luis García Silva. Autor: S.d)
Situado en la mitad del siglo XX, absorbió las corrientes del tango tradicional e innovadoras de los años veinte, logrando una síntesis perfecta. Fue un “escultor de voces”,
sabía con suma precisión lo que quería contar en cada tango. En el Club de la Guardia Nueva se sintió admirado y protegido. A ellos dedicó el tango “A la Guardia Nueva”.
Histórica