Los políporos
Son hongos que crecen en la madera y cuya carne suele ser coriácea (de consistencia similar al cuero). Hay políporos resupinados (en repisa), pileados (sésiles) y estipitados (con pie). La zona fértil del carpóforo está formada por poros como la de los boletos, pero se distingue de la de éstos por ser más dura y porque no puede separarse del sombrero. De hecho, la carne de muchos políporos se asemeja al corcho. La consistencia rígida de los carpóforos los hace más perdurables que otros hongos y, en ocasiones, permanecen en los troncos varios años. Debido a la forma y disposición en que crecen sus fructificaciones, los políporos también se las mismas se asemejan a una pezuña (Fomes fomentarius, «casco de caballo»), a un abanico (Trametes versicolor), a una pipa invertida (Ganoderma lucidum), a un plato hondo decorado con círculos concéntricos (Coltricia perennis), e incluso a la lengua de un animal (Fistulina hepatica, «lengua de buey»).