Se llama Sonia y tiene 71 años, es docente de Educación Musical, tiene la condición de jubilada pero se resiste, por suerte (...) El espacio sonoro contaminado (...) por un momento se transforma en un círculo mágico en que la experiencia de una “abuela”- como la llaman los niños- con mucho andar, crea un espacio de retroalimentación de exquisita frescura y pureza, con aquellos que comienzan a dar sus primeros pasos de Ser. Un trabajo sin planificación, su amiga narra el cuento y luego Sonia espontáneamente crea las canciones que “nacen para quedarse con los niños y rescatan los cuentos”. Extracto del texto sobre “Amor con Amor se Paga” de Inés Filgueiras.