De izquierda a derecha Luís Hugo Cousté, Mirta Menéndez y Geraldine Cousté. Almacén Cavalieri. 7 de abril de 2006. Foto 0115FMCPNM.CMDF.IMM.UY.
Carlos Contrera / CdF
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Contemporánea

Luis Hugo Cousté

“Cavalieri” es un comercio que lo fundó mi abuelo, que era vasco-francés, allá por 1920. Se dice que cuando venía en el barco viajaban también unos señores italianos que lo encontraron muy atento y le dijeron que era un caballero, un “cavalieri”. Y por ahí quedó la cosa, y como a él le gustó le puso Almacén “Cavalieri” a su boliche. Cuando llegó esto era campo. Al poquito tiempo compró acá, se instaló y acá estamos. Combinaba su boliche con una plantación de maíz. Por desgracia murió joven, con 57 años.

Luego tomaron las riendas mi padre y mi tío. Mi padre era un comerciante de primera, una persona que tenía carisma, tenía calidad para tratar a la gente. Hizo una clientela enorme. Hubo un momento que con mi padre, mi tío y un hermano mayor, se formó una sociedad. Teníamos repartos por todo Melilla. Tomábamos el pedido de una granja e íbamos y lo entregábamos.

Allá por el año ‘50 compraron un camión, vendíamos una enormidad. “Cavalieri” funcionó como bar muchísimo tiempo. Mi padre abría a las seis de la mañana y a veces a la una de la mañana estábamos acá todavía. Era la época en que habían treinta o cuarenta personas en seis o siete mesas jugando al truco o al billar. Después el tiempo fue pasando, mi hermano decidió cambiar de rumbo, mi padre envejeció un poco, a mi tío no le gustaba tanto… una serie de cosas que se fueron dando. Todo eso hizo que quedara yo solo. Con el apoyo de mi familia hemos salido, pero trabajamos todos los días, de la mañana a la noche.

Se trabajó muchísimos años, siempre con la idea original que aún conservamos, que es tratar de tener, en la medida en que podamos, un poco de todo lo que puede necesitar el vecino, desde alimentos, algún forraje, algún rollo de alambre, algún producto agroquímico para curar su plantío. Y esa diversidad de venta es lo que nos ha dado la posibilidad de mantenernos, porque hoy con el rubro exclusivo de almacén la cosa no funciona, es muy difícil, los gastos son muy importantes y hay que cubrirlos. Nosotros tenemos la ventaja de que toda la familia ha sido cuidadosa de las cosas. Entonces eso es lo que nos da entusiasmo de continuar. 

Almacén “Cavalieri”. Francisco Azarola 1911. 7 de abril de 2006.

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