Miguel Touron
Este es un momento muy dificil, porque se han perdido muchos atractivos. La juventud ha perdido mucho de aquel cariño que había por la zona. Todavía quedamos unos locos que tratamos de llevar algo al frente, tratando de que la gente que vive acá o los muchachos mismos tengan un club donde tengan futbolito, casín, pool, ping pong, Play Station, como entretenimiento, como forma de que estén acá. Pero la muchachada real, la que en otros tiempos sobraba, se ha quedado. La zona en sí mismo va perdiendo la esencia que tenía antes, que era la producción. Muchos fruticultores dejan de hacerlo, y se dedican a otras cosas.
Esta zona tuvo una cúspide muy grande, en la cual mucha gente ya ni mandaba a sus hijos al liceo, porque con la profesión de productor podías sobrevivir sin problemas. Eso empezó a cambiar algo con mi generación, pero con la de mis hijos cambió del todo. La zona está perdiendo población. Se ha tecnificado mucho y ya no es necesaria tanta mano de obra, porque muchísima cosa que antes se hacía a mano, hoy se hace con maquinaria. Entonces de los clubs de acá, sólo queda este como “activo”. Antes tenías el “Centro Melilla”, que era una entidad, donde venían los grandes cuadros de fútbol, se hacían los bailes. El “Centro Melilla” era un centro de actividad social y cultural impresionante. Todo se hacía allá.
Cuando en Melilla había fútbol un domingo, había trescientas o cuatrocientas personas. Las mujeres hacían las comidas, y luego venían los jugadores y comían, y había dinero, había una comitiva que le pagaba a algún jugador extra que venía de otro lugar. Se movía todo. El fútbol se perdió. Acá había una liga que tenía catorce entidades, una liga de todo el barrio y que incluía también la zona de Paso de la Arena, Rincón del Colorado, Lezica. Eso se perdió, y ahora “Juventud Melilla” juega al fútbol en OFI. Melilla se volvió como un lugar turístico. Si fue atractivo hace como cincuenta años y la gente de Peñarol Viejo se vino para acá, ahora tendríamos que hacen cuarenta o cincuenta quilómetros para irnos a San José, porque los focos de producción van cambiando. Están cansados los suelos acá. Son setenta años plantando.
Yo siempre digo que es difícil que me vayan a sacar de acá. Porque dentro de todo todavía hay gente buena. Todavía estamos bastante bien en el tema seguridad. Y es una zona preciosa. Muchísima gente de afuera compra acá para vivir. Porque es lugar puro. Pero la realidad de hoy es que la zona está pasando un momento muy complicado. Vos el sol no podés taparlo con una mano. Revertir esto es difícil. La tendencia es que de a poco la zona se vaya transformando en casas dormitorio, con alguna pequeña quinta. No pasa acá sólo. También se ve en Italia y en España. Los gurises agarran carretera y se van, y las zonas de producción son de viejos.
Caminó Seré 2049. 17 de noviembre de 2009.
