Debido a la falta de recursos, los edificios y elementos de ornato arquitectónico incluidos en el diseño de Montero y Paullier fueron muy modestos.

El edificio más relevante es el Castillo medieval ubicado a orillas del lago. Fue concebido con una función primordialmente ornamental y simbólica. El Castillo y el lago componen la escena principal del parque, su imagen más representativa: en ellos se resume el carácter pintoresco del paseo. Además de la Vaquería -en la que se vendía leche fresca a los paseantes- Montero y Paullier incluyó un puente rústico, una gruta artificial y un kiosco para conciertos.

El pintoresquismo del parque fue confirmado por la posterior incorporación de numerosos elementos ornamentales cuyo objetivo era excitar la imaginación del observador con mayor fuerza que el entorno natural al connotar ciertas ideas y valores históricos o emocionales. El parque cuenta además con numerosos monumentos que evocan a grandes hombres, su pensamiento, sus hazañas, sus obras.

Alicia Torres/FARQ